Estos días en casa, recluídas por culpa del catarro y del frío de afuera (ya sé que llamarle frío a nuestros 20º es como ofender de plano, el invierno nórdico por ejemplo, pero para nuestro Caribe particular y nosotras es nuestro frío, y no le quiero hacer de menos), me he metido en la cocina y me he puesto a experimentar.
Previendo las fechas que se acercan y sabiendo que la ingesta proteica va a ser inevitable, me he preparado una ensalada para compensar. Es una ensalada César muy particular. Aprovecho para recomendar poner un César en la vida. Yo tengo uno, que me llama fea en los momentos menos esperados y que hace que me parta de risa. MiCésar es fuerte, listo, y muy bruto, pero todo eso no es más que un cascarón para envolver a una persona buena, firme, y leal. Mi vida es distinta y muy agradable desde que tengo un César.
Esta ensalada la preparo con una mezcla de hojas verdes, un huevo duro, dátiles, pepinillos, queso y pollo. Y aquí es donde está el truco. El pollo lo salpimiento y le pongo comino molido. Luego lo rebozo con pan rallado y lo pongo a la plancha con una gota de aceite. La ensalada se aliña al gusto y a la mesa!.
Gracias a Jackie, que hace que me quiera ir a vivir a sus fotos que son mucho más cálidas que la fría realidad canadiense, he conocido a Elena, y me he enamorado completamente de su blog. Ya he probado dos de las muchísimas recetas que me he guardado e impreso, y que serán próximamente probadas. De momento he hecho los nudos de cardamomo con un éxito rotundo. Son fáciles de hacer aunque su aspecto indiquen lo contrario, y deliciosos con ese toque de cardamomo. La siguiente receta que he puesto en práctica es la Clafoutis de ciruela. Aquí no podemos hablar de éxito total porque me confundí en la cantidad de azúcar que llevaba, y para mi gusto está demasiado dulce. Aunque los otros probadores oficiales afirman que estaba buena, y no demasiado dulce. Cuestión de gustos.
Con la barriguita llena, y mientras LaMariposita disfruta de su serie preferida (Caillou) he tejido este gorro de elfo que me ha encantado el resultado. Ya estoy pensando en darle uso a muchas de esos restos de madejas de calcetines que tengo por casa.